Una historia más

Publicado: octubre 20, 2013 en personal

Sale el sol y se cuelan los primeros rayos por los pocos agujeros que aún quedan por la persiana, calentando su cara lentamente y sus parpados, Abre los ojos y mira a su alrededor con los ojos medio cerrados y bostezando levemente, buscando un reloj para saber la hora, mira a la pared y ve que son las 7:15, enciende la cafetera empieza a gotear el café, Se oye un leve maullido al fondo, Johnny se acerca, restregándose sobre las piernas. Lucía se agacha le da un mimo, después se sirve una taza de café, y sale al balcón, mira hacia el horizonte por encima de los edificios que tiene enfrente, cierra los ojos y nota en la cara el calor y a la vez el frescor de una brisa que hace que se le ponga la piel de gallina y los pelos de punta.

Ve que son las 7:45, se pone unos pantalones cortos ajustados y una camiseta entallada, se calza sus nuevas zapatillas para salir a correr, aún sonríe como ayer cuando le llegaron, coge su ipod, y estira, se despide de Johnny y según baja a la calle, va decidiendo el recorrido, empieza su circuito de hoy y casi como un interruptor su cabeza se aleja de los problemas y se evade del trabajo. Después de una hora corriendo llega a casa, entra y enciende la ducha, entra dejando escapar el vapor después de estirar de nuevo, el agua está caliente y lo agradece disfrutando como le cae sobre el cuerpo.

A las 9:15 entra por la puerta de su oficina aun dándole vueltas al circuito de hoy, y pensando que hoy será un duro día de trabajo, como cada mañana enciende el ordenador de su cubículo, y se va a por un café al comedor de la empresa. Se sienta delante de su ordenador y allí pasa las horas hasta las 15:00, llega Manuel se queda mirándola y de repente le pregunta.

–          ¿Lucia has comido?

–          ¡¡Manuel!!, no aún no ando liada con esta mierda que nos han mandado.

–          Yo tampoco he salido, iba a comer algo rápido al bar de enfrente y así me despejaba un poco

Piensa un momento y se levantaba y le pide a Manuel que espere que se va con él.

Llegan a una cafetería que está a pocos metros del trabajo, mira el menú y la verdad no es muy apetecible, casi los mismo platos que ayer, aun así entran se sientan y miran la carta, Manuel acaba pidiendo un cocido y Lucia pide una ensalada y de segundo pollo asado.

Se aleja la camarera a la cocina después de haber pedido.

–          ¿Lucia, como llevas el proyecto?

–          Uf, es un poco difícil de explicar, me funcionan bastantes cosas, pero es duro hacer que algunos módulos acaben de funcionar correctamente.

–          Deberías pedir a nuestro jefe más ayuda es un proyecto muy grande para ti sola. Aunque no dudo que lo sacaras en fecha.

–          Gracias por tu confianza. Dice sonriendo.

Le dan un buen acopio a la comida. Después toman un café, mientras acaban las noticias en la televisión. Aparece una noticia de una muerte de una chica corriendo en el barrio de San Nicolás.

–          ¿Lucia ese no es tu barrio?

–          Sí, sí que lo es, y por ahí precisamente he salido yo a correr hoy un poco antes del asesinato.

–          ¿Iras acompañada a esas horas de la mañana?, No habrá mucha gente a esas horas por tu barrio.

–          Salgo sola, y la verdad es que está un poco desierto. Pero bueno yo seguiré saliendo nunca he visto nada raro por el barrio.

–          Bueno ten cuidado, la empresa no querrá perder a una de sus mejores programadoras.

Se ríen para romper el mal cuerpo dejado por la noticia, pagan y salen del bar rumbo de nuevo al trabajo.

Por la tarde después de trabajar Lucia sale directa al gimnasio, allí descarga la tensión acumulada durante el día de trabajo, y con su música se abstrae, va pasando poco a poco la tarde, aunque siempre anda pensando que se debe cambiar de gimnasio, hay uno nuevo al lado de su casa, que está limpio, es moderno además de tener SPA y barato.

Después del gimnasio quedó con María para cenar, fueron a un buffet libre, Lucia comió ensalada un poco de pasta y un filete de pescado saboreando poco a poco y pensando mientras hablaban en ese sabor que le va recorriendo la lengua hasta el estómago.

Con María se le dieron las 11 de la noche estuvieron hablando de cómo habían cambiado sus vidas, que bien estaban ambas ahora, y lo muy poco que se veían, todo con un buen café humeante de aroma fuerte y de un sabor amargo pero bastante para inyectar esa sensación de estar despierto.

Al llegar a casa saludo a Johnny y lo puso sobre su pecho, el gato se restregó contra él y se dejo acariciar, entonces la sensación de Lucia paso a ser de tranquilidad y de relajación al oír a su gato ronroneando muy fuerte feliz de saber que su dueña vuelve otro día más. Después lo dejo en el suelo y ya como quien tiene una sensación de locura y felicidad al mismo tiempo, maullando y con el rabo levantado como una prolongación de sus piernas empezó a correr a gran velocidad saltando por los sofás y por las mesas y la cama. Lucia se reía y se divertía viendo contento a su gato y de estar ahí con ella.

Puso leche a calentar, y mientras esperaba a que sonara el microondas encendió el ordenador, una vez calentada, se puso un poco en una taza junto con un poco de té, se puso enfrente del ordenador y pasó un par de horas buscando unas cosas por la red, en ese rato Johnny se puso en sus piernas dormido y ronroneando.

Entro en su habitación se sentó en la cama, y miro el color de las paredes azul clarito casi cielo, la ventana situada mirando al este durante el día entraba mucha luz, por la noche la única luz era de una farola vieja, que casi no iluminaba, y se apagaba casi siempre a las 3 de la mañana. Tenía 3 estanterías de color madera que estaban llenas entre libros de informática y libros de lectura a casi partes iguales, a parte de los juegos de videoconsola, que los guardaba allí aunque la tenía en la tele del comedor.

Le gustaba dormir con la ventana abierta y la persiana un poco subida, le gustaba que le diera el sol por la mañana, o el olor a humedad de un día lluvioso.

Al ser sábado se levanto un poco más tarde que de costumbre, volvió a salir a correr y casualmente y sin esperarlo se encontró en el parque por donde suele salir, un antiguo compañero de trabajo Javier,  con el cual había tenido buena química pero cuando se fue no volvió a saber nada mas de él, ambos al verse pararon y decidieron que seguirían corriendo juntos y ponerse al día.

Decidieron darse los teléfonos y quedaron en llamarse para tomar algo y hablar más relajados, paso la mañana del sábado, viendo alguna película, recogiendo y limpiando la casa, ya por la tarde primero un poco de estudio, tenia curiosidad de saber cómo funcionaba un nuevo sistema y estuvo sacando información de internet, más tarde estuvo jugando a la consola, para ya casi a las 7 la tarde decidió mandarle un mensaje a Javier y quedaron para salir a la mañana siguiente a las 9 de la mañana para correr por el parque. Ceno una Pizza que pidió para poder jugar mientras la comía.

A la mañana siguiente estaba a las 9 a la puerta del parque estirando mientras esperaba a Javier, Se había puesto un top verde y unas mallas ajustadas color negro, con sus zapatillas nuevas, espera unos 20 minutos y ve que Javier ya llega con una camiseta azul, unos corsarios y sus zapatillas llamativas. Después de correr unos 75 minutos, Lucia le invito a casa, ayer noto que ese feeling existía aún, llegaron se ducho él primero y ella a continuación, Cuando llego al comedor vio a Javier sentado en el sofá con el café en la mesa, ella se sentó a su lado, empezaron a  hablar y pasados unos minutos, se empezaron a besar y ella se lanzó sobre él, le quito la camiseta arrancándosela, después los pantalones y más tarde la ropa interior, se quedo un segundo mirando su miembro ya sonrosado, le beso en la boca y noto un calor muy sexual.

El empezó entonces a quitarle la ropa primero despacio primero los calcetines, los pantalones, la camiseta, el sujetador y las bragas, todo mientras besaba su cuello y según pasaba sus manos sobre su piel, acariciaba sus pechos pequeños, hermosos y perfectos, los mira y los estruja con delicadeza y cuidado, le agarra los pezones y los aprieta… Pasaron toda la mañana juntos hasta que Lucía se quedó dormida.

Lucia se despierta y se encuentra una nota en la cómoda que pone lo de “Ha sido perfecto y eres maravillosa pero tristemente no estoy preparado para ello”, le empezaron a caer las lágrimas por la cara, pensando que quizá mejor que solo una noche, a luego romperle el corazón en poco tiempo, entonces suena su móvil le llega un mensaje que dice, «no estoy preparado para soportar que solo sea una noche pero si hasta que tu quieras», me abres estoy en la puerta de la calle con la comida.

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